Los vecinos de Decide Madrid indican que en estos últimos años se está produciendo un sobrecrecimiento de cucarachas que conlleva su mayor aparición en las calles madrileñas, especialmente ahora que llega el verano, en el horario nocturno. Fueron el 34% de las infestaciones en 2015, una tasa por encima de la que se registró el año pasado (32,4%). Este aumento se produce, generalmente, asociado a una gran actividad humana y a la generación de residuos y un ambiente propicio para su crecimiento. Otro de los factores que es necesario tener en cuenta es la época del año más propicia para la proliferación de las plagas. Aunque la primavera se ha consolidado como la estación preferida por los insectos y parásitos para su aparición, es cierto que los efectos del cambio climático y las lluvias registradas han provocado ciertas modificaciones en el ciclo biológico de las plagas, conllevando en muchos casos que su presencia se adelante a otras épocas del año.
Como la propia web del ayuntamiento recoge: «adicionalmente al desagrado que su presencia en medio urbano ocasiona en la generalidad de los vecinos, la razón primordial que justifica su prevención y control está relacionada con un potencial daño para la salud pública. Es preciso recordar que muchos de estos insectos viven en alcantarillados, pozos, etc.. y que, su paso desde ese entorno contaminado al interior de viviendas, cocinas, etc… puede conducir al transporte (capacidad vectorial) de agentes infecciosos y/o parasitarios.»​ Hay estudios que encuentran incluso una relación directa entre las reacciones alérgicas como dermatitis o rinitis, si bien otros estudios que indican lo contrario. Su hábitat habitual en basureros, fosas sépticas, desagües y alcantarillados, hace que estén relacionadas con la transmisión de enfermedades causadas por microorganismos presentes en la materia fecal y son portadoras de diversas enfermedades producidas por bacterias como salmonella, disentería, gastroenteritis, cólera, lepra, peste bubónica y tifus. Está demostrado científicamente que las cucarachas son portadoras de más de cuarenta patógenos, desde gusanos nematodos (los llamados gusanos redondos) hasta virus (poliomielitis y la hepatitis, especialmente la A) y bacterias. Su entrada en almacenes alimentarios puede hacer que contaminen los alimentos con hongos y bacterias, reduciendo su vida útil. Igualmente son peligrosos para ciertas mascotas, como los gatos, ya que pueden transmitir la toxoplasmosis cuando éstos las ingieren. Además, tras la privatización de la limpieza en muchas instalaciones sanitarias, se han encontrado cucarachas en algunos consultorios del centro de la ciudad (incluso hubo “una lámpara llena de cucarachas” en centros de salud como el Palma Norte, ubicado en la zona de San Bernardo, en pleno centro de Madrid).

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